Me cogiste a traición sin esperarlo,
inocente en mi mundo yo vivía;
tanta felicidad siempre sentía
que ni en sueños pudiera imaginarlo.
Como un mal despertar sin desearlo,
te presentaste sin quererlo un día;
recuerdo que un problema resolvía,
cansado no logré solucionarlo.
¿Qué será este temor, este misterio?;
¿qué nuevo sentimiento se presenta
sin haberle otorgado magisterio?
Este dolor tan sordo y lastimero,
que me oprime y me tiene en cautiverio,
se tornará mi eterno compañero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario