Como todo, cuestión de gustos. ¿Pastilla roja o pastilla
azul?.
Cuestión de opinión. ¿Realidad o ficción?.
Cuestión de interpretación. ¿Metáfora o literal?.
En este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo es
según el color del cristal con que se mira.
Lo que si es cierto es que todo es relativo y depende del
lado en que estés, interviniendo numerosos factores en la apreciación o
percepción del fenómeno que estemos analizando.
Eva, como primera mujer sobre la Tierra, dudoso. Como
metáfora de catalizador de la apertura de conciencia, posible. Como necesaria
en cuanto complemento del hombre en la reproducción y perpetuación de la
especie, hasta la invención del método de concepción in vitro, imprescindible.
Como compañera del hombre en el viaje de la evolución, necesaria. Como esclava
del hombre, inadmisible. Como parte femenina de la naturaleza humana, cierto.
Como avatar en la revolución, de lo que sea, ¿por qué no?.
Pero, ¿de qué depende todo?, como siempre de la relatividad,
del lado en el que estemos y por lo tanto de los intereses de cada uno. Si, el
egoísmo es el que hace que Eva sea reina o esclava, pero también hace que Adán
sea amante o esclavista. Y es que Eva no puede sobrevivir sin Adán, ni
viceversa, metafóricamente y realmente hablando, claro. Y si de refutar se
trata, refuto la agresión de cualquier tipo, la intolerancia, la desigualdad,
el clasismo, el sectarismo. Y ratifico que estamos en este planeta para vivir
en armonía y pasar estos cuatro días lo mejor posible, compartiendo lo que la
Tierra nos da y no lo que le quitamos. Porque al fin y al cabo, la Tierra es
también nuestra Eva y como a tal, tenemos que aplicarle las mismas leyes que a
nuestra Eva particular, amor, comprensión, tolerancia y respeto.
Yo amo a mi Eva y mi Eva me ama a mí. Si un día nos
dejásemos de amar, dejaríamos de existir ambos.